Bienvenido a este nuevo artículo. Mi nombre es Marta Ager y soy psicóloga y coach. Durante estos minutos quiero hablarte del autocuidado. Según la OMS (2019) el autocuidado es la capacidad de las personas para promover su salud y prevenir enfermedades. Son aquellas acciones que llevamos a cabo en relación con nuestro cuidado que nos permiten alcanzar nuestro bienestar físico y psicológico y una mejor calidad de vida. Y pensarás, vale todo eso está muy bien pero, ¿cómo lo llevo a cabo?
Podemos cuidarnos de muchas maneras, pero primero, es importante empezar desde la base, desde las necesidades básicas. A veces, sentirnos tristes y cansados se debe a un estilo de vida desconectado de nosotros/as mismas/os. Un estilo de vida desenfrenado lleno de estrés y ansiedad, teniendo que cumplir con las incesantes demandas de nuestro medio, nos llevan a poner todos nuestros sentidos en ello. Como consecuencia, nuestras necesidades más primarias quedan en un segundo plano.
No podemos pretender alcanzar el bienestar, el éxito profesional y personal, cumplir con nuestros objetivos, superarnos día tras día o cuidar de nuestros seres queridos si no satisfacemos nuestras necesidades básicas. Tal y como su nombre indica, son aquellas necesidades vitales que permiten nuestra supervivencia, posibilitando la satisfacción de las necesidades más superiores.
Quiero mencionar a Abraham Maslow, un psicólogo referente de la psicología humanista creó la famosa pirámide de las necesidades humanas. En esta pirámide, no solo menciona las necesidades inherentes al ser humano sino que las ordena por orden de prioridad. Las necesidades básicas, las fisiológicas, las coloca en la base de la pirámide como las más importantes. Este autor afirma que, para poder satisfacer las necesidades de la punta de la pirámide, debemos atender primero las más inferiores
Por ello, te invito a reflexionar: ¿En qué necesidad inviertes más esfuerzo? ¿Qué necesidad está más descuidada? ¿Están cubiertas tus necesidades más básicas?
Para poder asegurar nuestro bienestar y sentirnos preparadas/os para satisfacer las necesidades más complejas, en este vídeo quiero mencionar algunas pautas para poder ayudarte a satisfacer estas necesidades básicas mediante una rutina saludable. El objetivo es que puedas crear un estilo de vida centrado en el presente y en tu cuerpo, siendo capaz de identificar qué necesitas y aprender a satisfacerlo.
Es esencial que tomes conciencia de tus actividades cotidianas.
- Vamos a empezar por la alimentación. Como has podido ver, es una de las necesidades básicas. Dedica unos minutos a establecer una dieta equilibrada para las próximas semanas. Crear un menú con antelación ayuda a establecer una dieta equilibrada y a hacer una mejor gestión del tiempo en su compra y elaboración.
- A la hora de comer, hazlo con conciencia, saborea y centra tu atención en los alimentos. La alimentación, al igual que la respiración, es un proceso automático. Respiramos y no somos conscientes de que lo estamos haciendo. Sin embargo, solo si tomamos conciencia de la respiración podemos sentirla y cambiarla. Lo mismo pasa con la comida. La gran mayoría de veces no nos damos cuenta qué estamos comiendo, cómo lo estamos comiendo y por qué lo estamos comiendo. Te animo a que prestes atención a ello en los próximos días. Podrás darte cuenta si comes de manera automática y descontrolada como respuesta a algunas emociones o si por el contrario, solo lo haces cuando tienes hambre. Reflexiona sobre tu alimentación y cuando comas, pon todos tus sentidos en ello, come despacio, mastica y empezarás a saborear más la comida. Te ayudará a comer lo que realmente tu cuerpo necesita y podrás disfrutar más de la comida.
- Cuida tu higiene personal con una ducha diaria y una higiene bucal adecuada. Atiende, disfruta y agradece el agua caliente de la ducha. Cuida de tu piel, es el órgano más grande de tu cuerpo. Nútrelo después de la ducha y aprovecha a masajear las zonas donde tengas tensiones.
- Reserva 8 horas aproximadamente para tu descanso. Desconecta de todo tipo de pantalla dos horas antes de dormir para no interferir en tu sueño. Realiza actividades agradables y relajantes y deja los debates internos para otro momento. Cafeína y deporte
- Realiza ejercicio físico, es esencial para la salud física y mental. Si no estas acostumbrado/a empieza por pequeños paseos cerca de casa o procura moverte a pie o en bici en tu día a día si es posible.
- Satisface tus deseos sexuales y disfruta de tu sexualidad. Dedícate unos minutos a ti misma/o.
- Las relaciones interpersonales son importantes. Valora el contacto físico si puedes tenerlo. Y sino usa la tecnología, podemos cuidar y ser cuidadas/os por nuestros seres queridos/as cuando no podemos tenerlos cerca, ¡aprovéchalas!
- La relación contigo mismo también es importante. ¿Te has parado a pensar en cómo te hablas a ti mismo? ¿Te dices cosas que no dirías nunca a tus seres queridos? Cuidare hablándote desde la aceptación, el cariño y la compasión. Prueba a abrazarte y a mimarte, puede ser reconfortante y puede ayudarte a tener un día a día más satisfactorio.
- Para ello también te propongo realizar un diario de agradecimiento al finalizar el día. Escribe 3 acontecimientos que hayan ocurrido en ese día de que los que te sientas agradecida. Esta práctica ayuda a valorar aquellos aspectos de la vida que son la base de nuestro bienestar pero que solemos pasar por alto. Ayuda a mejorar los vínculos interpersonales, a reducir el estrés, fomenta emociones agradables, mejora la autoestima, la compasión y la sensación de bienestar.
- Prueba a dedicar unos minutos a meditar. La meditación ayuda a … Si no te sientes cómodo, simplemente dedica unos minutos a centrar tu atención en la respiración, en cómo es, desde la aceptación ….
- Recuerda emplear unos minutos al día escucharte y reconocer qué necesitas. Con el tiempo, no habrá mejor guía de autocuidado que tu misma/o.
Establecer una rutina saludable es un proceso progresivo. Es comprensible que no vayas a cambiar todos tus hábitos de un día para otro. Sin embargo, algunos de estos nuevos hábitos consisten solo en cambiar el foco de atención y, para eso, no hay que hacer excesivos cambios en nuestra rutina. Cambia aquello que puedas para mejorar tu bienestar y sobre lo que encuentres más dificultades empieza por tomar conciencia de ello y piensa como podrías cambiarlo.
A veces queremos más y más y nos olvidamos de lo esencial que ya tenemos y que está en la base de nuestro bienestar. Valoramos y agradecemos lo que tenemos cuando los cimientos de nuestras vidas se tambalean. El virus puede ser la causa de este tambaleo, rompiendo nuestras rutinas, generando estrés, ansiedad y sufrimiento. No vamos a negar que la pandemia ha supuesto y supone un gran sufrimiento en la población mundial por sus consecuencias. Sin embargo, ante las situaciones adversas podemos salir más fuertes, más resilientes. Incluso, algunas personas pueden experimentar un crecimiento postraumático, es decir, sacar algo positivo de todo ello. Las interpretaciones que hacemos de los sucesos que nos acontecen tienen una gran influencia en nuestras emociones. Si tomamos consciencia de nuestros pensamientos podemos observar qué hechos estamos dejando de lado y tomar otra perspectiva más funcional. Quizás encontremos un aprendizaje, una evolución o incluso algo positivo de todo lo sufrido. Podemos encontrar un sentido aquello que nos pasa y salir fortalecidos de las situaciones adversas. Si quieres saber más sobre ello, presta atención a la siguiente entrega donde hablaremos y reflexionaremos sobre la resiliencia en tiempos difíciles.
Espero haber despertado la necesidad de cuidarte y que estas pequeñas pautas puedan hacer tu día a día más placentero y consciente. Si te sientes bloqueada, desmotivada, insegura y ansiosa, no sabiendo como cuidarte ni cómo gestionar la situación en la que te encuentras, ENDI Consultores tiene las puertas abiertas para ayudarte desde la psicoterapia y coaching. Pedir ayuda también es cuidarte. Accede a nuestros servicios en el siguiente enlace.
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